El Gran Canal mide unos cuatro kilómetros de largo. En él puedes disfrutar de espectaculares regatas históricas, y es atravesado por una cantidad tan grande de embarcaciones que se han introducido limitaciones para reducir el impacto de las olas causadas por los motores. El Gran Canal divide en dos partes el centro de Venecia, describiendo una gran "S" mayúscula, y tiene una anchura que varía entre los 30 y los 70 metros. Está atravesado por tres puentes: Descalzos, Rialto y Academia.
La sucesión de edificios privados nobles y antiguos no tiene igual en ninguna otra ciudad del mundo: ya en siglos pasados los viajeros indicaban con asombro que en Venecia había muchos más palacios que en cualquier otra capital. La hilera de palacios a lo largo del Gran Canal refleja el esplendor de la clase dominante veneciana, compuesta por familias numerosas y ramificadas, a menudo unidas entre ellas por complejos vínculos matrimoniales. La ausencia de un palacio real y una corte, sustituidos por las instituciones republicanas, no impidió el florecimiento de las familias patricias, que participaban en el Maggior Consiglio y periódicamente veían a uno de sus miembros llegar a la cima del poder con el cargo vitalicio de dux.
Cada palacio del Canal tiene su propia historia, ligada a los personajes que lo han habitado. Desde los antiguos edificios bizantinos a las recreaciones "de estilos", las orillas del Gran Canal son una antología de modelos arquitectónicos, en la que predominan el gótico y el clasicismo. Todas las fachadas, sin embargo, comparten el tener una gran cantidad de ventanas, balcones y logias con arcadas que aligeran las construcciones y resaltan el efecto visual.
Te contaré uno por uno los edificios que encontrarás a lo largo del Gran Canal, empezando desde la estación de tren y avanzando hacia San Marcos. La estación de Venecia, frente a la que se encuentra el embarcadero de los vaporetti, se llama Santa Lucía, en memoria de una iglesia que se demolió para dar cabida a las vías.
CURIOSIDAD: antes de seguir, al otro lado del Canal, puedes ver el pórtico de cuatro columnas y la cúpula verde de la iglesia de San Simeón Piccolo, elegante construcción neoclásica de la primera mitad del siglo XVIII. Parece que Napoleón, al verla, exclamó sorprendido: "He visto muchas iglesias sin cúpula, pero nunca había visto una cúpula sin la iglesia debajo".