Tu navegación comienza, desde la estación del puente de los Descalzos, el primero de los tres puentes que cruzan el Gran Canal. Fue diseñado por un ingeniero ferroviario inglés y originalmente era de hierro fundido, material que a mediados del siglo XIX resultaba muy innovador, pero que no les gustó a los venecianos que lo encontraban frío y técnico. Así, en 1932, fue sustituido por el puente que tienes delante, de piedra de Istria.
El puente de los Descalzos toma su nombre de Santa María di Nazareth, una espléndida iglesia barroca llamada "degli Scalzi", ya que es de la orden de los carmelitas, que siempre llevan sandalias en los pies, en cualquier época del año. Además de la rica fachada, terminada a finales del siglo XVII, la iglesia tiene un interior suntuoso: pero el fresco de la bóveda es reciente, ya que el original de Giambattista Tiepolo ¡fue destruido por una bomba durante la Primera Guerra Mundial!
Después del puente, a tu derecha, casas más simples se alternan con palacios de los siglos XVI y XVII, algunos de los cuales, como el Palacio Donà, estuvieron habitados por familias de dux muy enérgicos. Por cierto, la familia Donà dio a la República nada menos que cuatro dux, un récord compartido con los Dandolo. Por si no lo sabes, el dux fue la figura del jefe de la República de Venecia durante más de 1.000 años, hasta finales del siglo XVIII.
A tu izquierda, después de un hermoso palacio barroco con fachada de piedra, reconocerás fácilmente la mole de la iglesia San Jeremías, con su cúpula redondeada flanqueada por un alto campanario. No es una de las iglesias más bonitas de Venecia, pero es muy querida por los fieles por la presencia del cuerpo de Santa Lucía.
Junto a la iglesia discurre el importante rio di Cannaregio: casi en la desembocadura del Gran Canal, de esquina, puedes ver el Palacio Labia, del siglo XVIII: el maravilloso salón, con frescos de Giambattista Tiepolo, es uno de los interiores más suntuosos de la ciudad, y lo puedes visitar con cita previa.
A la derecha échale un vistazo al Palacio Giovanelli, que a pesar de las evidentes restauraciones tiene todavía un delicado ventanal gótico con cuatro arcos y balcón. Has llegado a las puertas de San Marcuola, nombre popular con el que se conoce la iglesia de los Santos Hermágoras y Fortunato. Es un ancho edificio de la primera mitad del siglo XVIII: la fachada, que ha quedado incompleta, aparece áspera y cruda en el escenario nobiliario del Canal.
CURIOSIDAD: ¿sabías que el Palacio Donà fue comprado por el actor de cine Johnny Depp? Después de su divorcio de Vanessa Paradis, la pensión alimenticia que tenía que pagar a su exesposa eran tan alta que lo ha puesto en venta ¡por casi 10 millones de euros!
Idioma: español