Sumida es uno de los 23 municipios que conforman Tokio a lo largo del río Sumida. En el pasado era uno de los barrios más pobres y antiguos de la ciudad. Aunque aún hoy conserva su antiguo encanto en algunos de sus pequeños barrios, se ha convertido en una de las áreas con más rascacielos.
Para los japoneses, Sumida es sobre todo la ciudad del sumo, la famosa lucha japonesa, porque es aquí donde se encuentra el Ryōgoku Kokugikan, el estadio más grande de Tokio dedicado a este famosísimo deporte.
El edificio más característico de su horizonte es el Tokyo Skytree, «el árbol del cielo», una torre de transmisión de televisión y observación panorámica, que desde marzo de 2011 ha alcanzado la altura de 634 metros gracias a la incorporación de la antena que la convirtió en la torre de transmisión más alta del mundo. Solo lo supera el rascacielos Burj Khalifa de Dubái, que alcanza los 830 metros.
Es una obra de ingeniería futurista, resistente a los terremotos y fenómenos atmosféricos, cuya base tiene una forma similar a un trípode; cuando pasa de los 350 metros, la torre se vuelve cilíndrica.
Puedes subir a sus dos observatorios panorámicos, uno a 350 metros de altura, con una capacidad de hasta 2.000 personas, y otro a 450 metros con una capacidad de 900 personas. El observatorio superior tiene una pasarela en espiral que permite subir los últimos cinco metros hasta el punto más alto de la plataforma. Aquí, gracias al suelo de cristal, las vistas que hay al mirar hacia abajo te dejarán boquiabierto.
El barrio de Sumida alberga muchos puntos de interés, como el Museo Edo-Tokyo, que cuenta la historia de la ciudad, y el famoso acuario Sumida, el más grande de Tokio, del que te hablaré en el siguiente archivo.
Curiosidad: como ya te he dicho antes, la torre tiene una estructura de hormigón armado resistente a los terremotos de las más vanguardistas del mundo, acompañada de un sistema hidráulico que, a partir de 125 metros de altura y hasta 375, actúa como un amortiguador en caso de terremoto.