La representación del frontón oriental culmina con la recreación del “nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus". En este grandioso grupo escultórico puedes apreciar toda la maestría de Fidias, al relacionar cada figura con su vecina, pero haciendo que tengan vida propia. La plenitud de las formas del cuerpo está acompañada por un nuevo sentido de la belleza humana, de una naturalidad extrema en la pose. El conocimiento de la anatomía abre el camino para un lenguaje suave y expresivo, que luego se denominará "clásico".
Como te decía, no era fácil insertar en las esquinas del frontón triangular figuras coherentes con la escena en su conjunto. El problema se resuelve de forma brillante en el frontón oriental, a la izquierda haciendo emerger de la espuma del mar el carro de Helios, el sol, tirado por cuatro caballos, y hundiendo a la derecha el de Selene, la luna. Así la escena adquiere coherencia narrativa, con un principio, un desarrollo y una conclusión.
Admira el vivo movimiento rotatorio de la cabeza del caballo que se hunde, que sugiere el transcurrir del tiempo. El ritmo de la naturaleza y de la historia hace que el mito resulte vivo, actual y humano, hecho de carne, sentimientos y belleza.
La enorme calidad de las esculturas de los frontones confirma la intervención directa de Fidias. Observa, por ejemplo, la cabeza del caballo, sólo un cuidado estudio anatómico, combinado con un alto nivel artístico, pueden dar lugar a un resultado tan espléndido.
El frontón occidental del Partenón se encontraba en la parte trasera del templo, pero era lo primero que se veía al entrar en la Acrópolis. En él puedes admirar el mito de la contienda entre dos divinidades por el dominio de la región. Este drama mitológico, en el que la joven Atenea, diosa de la sabiduría, derrota al viejo Poseidón, dios del mar, es también el símbolo de la renovación política de la ciudad. Las dos deidades estaban representadas en el centro, pero lamentablemente han desaparecido con el paso del tiempo, como casi todo lo demás. Entre los pocos elementos supervivientes se encuentra la bellísima figura de Iris, la mensajera divina que cae del cielo hacia la Acrópolis mientras el viento perfila su magnífico cuerpo, perfectamente visible bajo la ajustada túnica.
CURIOSIDAD: las dudas sobre la legitimidad de la iniciativa de retirar los mármoles del Partenón comenzaron desde el primer momento. Lord Byron, inglés y que vivió durante esos años, lo calificó como un acto de vandalismo. Incluso hoy en día, dos siglos después, la Unesco y algunos actores de Hollywood como George Clooney y Matt Damon, claman para que los mármoles se devuelvan a Grecia.