GEMÄLDEGALERIE

Moisés rompiendo las Tablas de la Ley es una obra de Rembrandt, el máximo exponente de la escuela holandesa.

El gran tamaño del lienzo, algo extraordinario teniendo en cuenta que retrata a un único sujeto, la expresividad del viejo Moisés y la indecisión que expresa mientras levanta las tablas con los diez mandamientos lo hacen un cuadro emocionante y enigmático.

La obra representa a Moisés, que no sabe si destruir las Tablas de la Ley porque, después de que Dios se las entregara en el monte Sinaí, volvió con el pueblo hebreo y lo encontró adorando un becerro de oro.

Rembrandt pintó este cuadro en 1659, cuando tenía 53 años, durante la última etapa de su carrera; de hecho, murió en Ámsterdam el 4 de octubre de 1669.

Los cuadros de la última década se caracterizan por su gran tamaño y por una mayor evidencia de las pinceladas y del color, en comparación con el detalle que se observa en sus obras anteriores. Puedes observar el cambio en este lienzo, en el que el paisaje está casi difuminado y predominan los colores cálidos y poco realistas.

Los cuadros parecen expresar también un gran pesimismo; de hecho, Rembrandt se vio gravemente afectado por la muerte de sus hijos y su esposa, y tenía serios problemas económicos.

Rembrandt pintó con frecuencia temas religiosos como este, pero como retratista obtuvo un gran éxito ya desde joven. Tanto es así que los holandeses de poder competían para obtener sus servicios. A pesar de la fama y del dinero, recaudado gracias a una inmensa producción que comprende unos 300 cuadros, más de 1.000 dibujos y 400 grabados, vivía por encima de sus posibilidades, y en la época en la que pintó este cuadro estaba completamente endeudado.

En la Gemäldegalerie puedes ver una panorámica de la producción del artista, ya que también puedes ver otros 15 lienzos suyos que forman parte de una de las mayores colecciones del pintor holandés. Las obras se han sometido a estudios con rayos X para descubrir sujetos escondidos o cambios sobre la marcha.

Curiosidad: el cuadro está firmado como Rembrandt F. 1659. La «F» corresponde al verbo latino fecit, que significa «hizo». Esta es la última firma del artista holandés, adoptada en 1633. Antes firmaba como R o RH, o Rembrant, sin la «d». La grafía exacta de su nombre se conoció solo después de esta firma, ya que en los documentos de la época se escribía frecuentemente sin la «d».