El Reichstag es la sede del parlamento alemán.
Tras siglos de divisiones en pequeños estados, en 1871, se produjo la unificación de Alemania y Berlín se convirtió en la capital. En ese momento, se decidió construir el Reichstag, que significa «parlamento del imperio», nombre que conserva incluso después de la abolición de la monarquía, tras la Primera Guerra Mundial. Es más, fue precisamente aquí, desde una de las ventanas que estás viendo, donde el diputado Philipp Scheidemann proclamó la República el 9 de noviembre de 1918.
El edificio, obra del arquitecto alemán Paul Wallot, se inauguró en 1894 y ejerció como sede legislativa hasta que un incendio lo destruyó el 27 de febrero de 1933. Dicho acontecimiento cambió el destino del edificio y también de Alemania: Hitler culpó del incendio a los comunistas, y lo utilizó como pretexto para eliminar a los opositores y establecer una dictadura.
Tras el incendio, el edificio quedó abandonado, pero el 30 de abril de 1945, el Ejército Rojo izó la bandera soviética sobre sus escombros, como símbolo de la conquista de la ciudad. A pesar de todo, tras la guerra, el Reichstag quedó en la zona occidental de Berlín y, por tanto, fuera de la influencia soviética.
Así, nadie olvidó su valor simbólico. En los años ochenta, muchas estrellas, entre ellas David Bowie, Michael Jackson y Pink Floyd, eligieron el edificio como escenario para sus conciertos.
Tras la reunificación de las dos Alemanias y la caída del muro, Berlín recuperó su papel de capital unitaria, que hasta entonces ostentaba Bonn, y el Reichstag volvió a desempeñar sus antiguas funciones. Además, desde 1999, alberga el Bundestag, es decir, el parlamento federal.
El arquitecto británico Norman Foster fue el encargado de reestructurar el edificio, que ha conservado el aspecto exterior y ha añadido una espectacular cúpula de cristal.
Curiosidad: entre el 23 de junio y el 6 de julio de 1994, el Reichstag se transformó en una obra de arte. Una pareja de excéntricos artistas llamados Christo y Jeanne-Claude envolvieron el edificio con 100.000 m2 de tela plateada. ¿El motivo? Rendir homenaje a un edificio que ha sido tan importante a lo largo de la historia europea cambiando su aspecto temporalmente.