El Kunsthistorisches Museum, Museo de Historia del Arte, alberga las colecciones imperiales de Viena. El edificio principal, diseñado por Gottfried Semper, da a la Plaza María Teresa.
El museo se inauguró en 1891, tras prolongados trabajos de construcción, especialmente en la lujosa decoración. El interior es un derroche de mármoles preciosos y frescos decorativos, en cuya ejecución participó el pintor Gustav Klimt. El museo, llamado simplemente «Kunst», que significa «arte», está justamente considerado uno de los más importantes y ricos del mundo, gracias sobre todo a su extraordinaria pinacoteca. Está dividido en numerosas secciones, que van desde la arqueología hasta las artes aplicadas, desde las armaduras hasta los instrumentos musicales, desde la etnografía hasta las joyas o los carruajes imperiales, con enormes colecciones repartidas en varios edificios, situados también fuera de Viena, como, por ejemplo, el Castillo de Ambras, cerca de Innsbruck, que alberga las colecciones de arte relacionadas con el emperador Fernando II.
Las colecciones del museo están sujetas a continuos trabajos de reorganización, montaje y modificación. Sin embargo, la disposición del edificio principal se mantiene estable, a menos que haya cambios relacionados con exposiciones temporales. La mitad de la planta baja está dedicada a colecciones de arqueología egipcia y grecorromana, mientras que el lado opuesto se denomina «Kunstkammer» y alberga maravillosas colecciones de objetos y orfebrería, entre las que destacan especialmente las obras maestras renacentistas coleccionadas por el emperador Rodolfo II.
Toda la planta superior está ocupada por la Pinacoteca: un imponente desfile de obras maestras que, a primera vista, puede parecer demasiado solemne. Sin embargo, la visita se ve facilitada por la estructura del recorrido, organizado simétricamente con dos anillos de salas: por un lado, la pintura italiana, francesa y española; por otro, las escuelas de Europa central y septentrional.
Para orientarte con más facilidad, te recomiendo coger el mapa en el punto de información y, si eres un aficionado al arte y a la historia, pide la audioguía, que probablemente suponga un coste adicional.
Curiosidad: ¿quieres ver un entorno realmente espectacular? No, no es otra sala con cuadros, ¡sino la cafetería del museo! Se encuentra en la primera planta, inmediatamente después de la majestuosa escalinata. Además de estuco, mármol, dorados y frescos, está rematada por una cúpula realmente magnífica.