¡La Colegiata es una de las iglesias más queridas por los habitantes de Madrid! Si cruzas la calle Toledo, dejando a tu derecha una de las puertas de la plaza Mayor, te encuentras en el mejor punto para observar toda la estructura de la "Colegiata de San Isidro".
En el centro de la fachada de granito sobresalen cuatro columnas de orden corintio; si no fuera por las dos torres campanario de planta cuadrada que la flanquean, en lugar de una iglesia este edificio podría parecer un palacio.
El grupo de estatuas ubicado sobre la entrada principal representa a San Isidro, patrón de Madrid, y a su esposa, Santa María de la Cabeza. El escudo imperial recuerda a la hermana de Felipe II, María de Austria, que en el siglo XVI financió la construcción del edificio. Al quedarse viuda, María donó todos sus bienes a la Compañía de Jesús. Por otra parte, fue también un jesuita el arquitecto de la iglesia, que para su proyecto usó como modelo la iglesia del Gesù de Roma.
Algún tiempo después, la iglesia fue elevada al rango de "colegiata" y se dedicó al patrón de la ciudad. La colegiata de San Isidro ha desempeñado de manera provisional las funciones de catedral durante los trabajos de construcción de la Almudena, el templo principal de Madrid, que como ya he te contado, han durado más de un siglo. Por eso, quizás por la fuerza de la costumbre, en el corazón de los madrileños ¡esta iglesia sigue siendo la verdadera catedral de la ciudad!
CURIOSIDAD: durante la Guerra Civil, en 1936, la Colegiata de San Isidro quedó casi completamente destruida. Afortunadamente, los restos de San Isidro se salvaron porque los habían escondidos dentro de una pared. Acabada la guerra, cuando comenzó la reconstrucción, los restos del santo se volvieron a encontrar casi por accidente. ¡Definitivamente a las iglesias de Madrid les ha pasado de todo!
Idioma: español