Te encuentras en el interior de la Colegiata de San Isidro. ¿No te parece que estás en un cofre repleto de tesoros? Es el efecto de la rica decoración barroca que rodea la estructura interna de la iglesia, que como puedes ver tiene forma de cruz alargada y una sola gran nave. Como sucede siempre en las iglesias jesuitas, las capillas están comunicadas entre sí. Como ya te he comentado, el patrimonio artístico de la iglesia sufrió graves pérdidas en el devastador incendio de 1936: ¡imagina cómo debía ser antes!
Comenzando desde el lado derecho, después de la capilla que alberga la popular imagen de la Virgen de la Macarena, originaria de Sevilla, se abre la de Jesús del Gran Poder, la más opulenta de todas, con sus hermosas columnas pintadas. Siguiendo por el lado derecho, no te pases por alto la siguiente capilla, la de San José, valiosa especialmente para sus pinturas.
Una vez que llegues al final de la nave, te aconsejo que contemples la gran estructura de madera que domina el altar, el retablo. En el centro del retablo puedes admirar el sarcófago que contiene el cuerpo todavía intacto del patrón de la ciudad, San Isidro, y debajo de este, una urna con los restos de su esposa, Santa María de la Cabeza.
CURIOSIDAD: la Colegiata de San Isidro se encuentra en el espacio ocupado anteriormente por la casa del santo, que había excavado una cueva y un pozo. Se decía que el agua del pozo era milagrosa y que sanaba a los enfermos.
Idioma: español