Después de la exótica experiencia de la inmersión en una selva que crece dentro de una estación de tren, encontrarás un ambiente muy diferente en el Monumento Conmemorativo. Este monumento fue erigido en memoria de un dramático atentado, o más exactamente, de una serie de explosiones que el 11 de marzo de 2004 provocaron una terrible matanza en la estación de Atocha, justo antes de las ocho de la mañana, hora de gran afluencia de trenes de cercanías. Las posteriores reivindicaciones revelaron su cariz terrorista.
Estás ahora en la entrada, rodeado de evocadores tonos azul cobalto. El monumento, del que has visto la estructura externa en la superficie, frente a la estación, fue inaugurado en 2007.
Pasado el breve corredor en el que están escritos los nombres de las casi doscientas víctimas, entrarás en una gran sala muy iluminada a través de una puerta doble, necesaria para mantener la presurización del ambiente del interior. Aquí estás iluminado sólo por la luz central que se filtra a través de una cúpula de vidrio y que enciende los once metros de la torre cilíndrica, recubierta por una membrana transparente. En su interior puedes leer las miles de frases de condolencia escritas en papelitos, en todos los idiomas del mundo. Leer las frases de las opacas paredes curvas crea una emoción muy poderosa. Presta atención a la intensidad del efecto que transmite un monumento que, aunque es subterráneo, parece casi elevarse, y elevarte, hacia el cielo.
CURIOSIDAD: el Monumento Conmemorativo también está aislado acústicamente. Te darás cuenta de inmediato, al encontrarte inmerso en un silencio absoluto que te permite sentir casi físicamente la emoción por las víctimas.
Idioma: español