¡La plaza Mayor es uno de los lugares más armoniosos de Madrid!
Tiene 129 metros de largo y 94 de ancho. Si has conseguido no distraerte con los distintos retratistas, acróbatas, sopladores de burbujas de jabón o maniquíes de toreros y bailaoras, habrás llegado al mejor lugar para poder apreciar la monumentalidad escenográfica de esta plaza, empezando por esta hermosa estatua realizada por artistas italianos a principios del siglo XVII.
Cuando a finales del siglo XVI el rey Felipe II trasladó la capital de su reino de Toledo a Madrid, confió a Juan de Herrera la tarea de transformar la antigua y modesta localidad en una capital esplendorosa y moderna. El proyecto urbanístico partió justo desde aquí, sobre los terrenos que ocupaba la antigua plaza del mercado. La plaza Mayor fue inaugurada en 1620, después de sólo tres años de trabajos, el día de la beatificación de San Isidro, patrón de Madrid.
Desde entonces la plaza ha sido devastada hasta en tres ocasiones por otros tantos incendios, y no adquirió su aspecto actual hasta principios del siglo XVIII, gracias a Juan de Villanueva, que diseñó su traza tratando de respetar, en la medida de lo posible, los proyectos de sus predecesores. Además, ten en cuenta que el clima tórrido de esta ciudad hace que siempre esté expuesta al peligro de las llamas.
CURIOSIDAD: durante los días de la Fiesta de San Isidro, patrón de la ciudad, se organizan conciertos a los que pueden asistir todos los madrileños de forma gratuita.