SANTA MARÍA NOVELLA

Interior

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Audio Guide length: 2:45
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español
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Vuelve ahora al Claustro Verde para desembocar en la escalera que te lleva al interior de la iglesia, concretamente a la nave izquierda.

Te aconsejo que primero vayas hacia la entrada "real" de la iglesia, para verla como si hubieses entrado por la portada principal. Sólo así puedes admirar toda la elegancia de esta construcción clara y luminosa, con sus amplios arcos góticos sostenidos por pilares espaciados. A lo largo de las paredes no hay capillas, que en cambio se encuentran, en gran número y repletas de obras de arte, en la parte posterior de la iglesia.

En la pared de la izquierda se encuentra un célebre fresco: es la Trinidad, pintada por Masaccio en la primera mitad del siglo XV. Es la última obra conocida del pintor, que murió muy joven, con sólo 26 años, y está considerada como una de las obras fundamentales del Renacimiento, por su síntesis perfecta de pintura, escultura y arquitectura. Los personajes están dispuestos de forma que simulan una profundidad progresiva.

En el centro de la iglesia, en una posición dominante, tienes frente a ti otra obra maestra: es el gran Crucificado pintado por un joven  Giotto, cuando tenía unos veinte años, a finales del siglo XIII; es una de las primeras representaciones de Cristo en la cruz en una posición "natural".

Continuando por el lado izquierdo te sugiero que visites la sacristía gótica, decorada con grandes armarios con apliques de oro, y en la parte superior de la escalera verás la gran capilla, que te aconsejo que contemples por los paneles pintados sobre altar y los frescos de las paredes.

En una capilla del fondo te recomiendo el elegante Crucificado de madera, tallado en su juventud por Brunelleschi. En la Capilla Tornabuoni, detrás del altar mayor, puedes admirar las Historias de San Juan Bautista, un gran ciclo de frescos de Ghirlandaio del siglo XV, ambientados en la realidad de la época y muy accesibles por su vivaz sentido narrativo.

Se me olvidaba, te recomiendo también los extravagantes frescos de Filippino Lippi, en la Capilla Strozzi.

 

CURIOSIDAD: el Crucificado de Brunelleschi recibe el sobrenombre de "Cristo de los huevos", por una divertida razón: entre los discípulos que ayudaban a Ghirlandaio con los frescos de la capilla mayor estaba también Miguel Ángel, todavía un niño. Se dice que cuando vio el Crucificado tallado por Brunelleschi, abrió los brazos en un gesto de estupor, ¡dejando caer los huevos que tenía en el mandil!

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