Audio Guide length: 2.37
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español

Para las tumbas de sus padres, que encontrarás en la parte posterior de la capilla, Raimondo di Sangro quería dos estatuas de un virtuosismo realmente espectacular. Buscó por toda Italia artistas que fueran capaces de realizar lo que tenía en mente.

A la izquierda puedes ver la tumba de su madre, que murió cuando el príncipe era un niño. Está simbolizada por la estatua de la Modestia, con una mujer envuelta en un sutil velo semitransparente: su autor es el veneciano Francesco Corradini, especialista en esculturas con velos, que realiza aquí su mayor obra maestra.

El padre del príncipe, Antonio, después de la muerte de su joven esposa, llevó una vida disoluta, para luego arrepentirse. Por ello, en su tumba, puedes ver de frente la estatua de un hombre que se libera de una red: simboliza al padre que se arrepiente y se libra de los pecados. La espectacular estatua se titula Desengaño y es obra del escultor genovés Francesco Queirolo.

Pero la estatua más famosa de todas las de la capilla es el Cristo velado, que puedes ver en el centro. Inicialmente, el príncipe di Sangro se la solicitó al mismo autor de la Modestia, pero el escultor veneciano tenía ya más de ochenta años y no estaba en condiciones de realizar una obra tan exigente. Por lo que el encargo pasó al joven napolitano Giuseppe Sammartino, que había trabajado en todas las obras importantes de la Nápoles del siglo XVIII, demostrando un extraordinario talento inventivo en el campo de la escultura, desde las grandes estatuas hasta las estatuillas para los belenes.

La escultura representa a Cristo bajado de la Cruz y cubierto por un velo fúnebre transparente. Con increíble virtuosismo, Sammartino hace que aflore la anatomía bajo los pliegues del sudario, añadiendo a continuación la corona de espinas, las tenazas y los clavos. Se pensó incluso que se había realizado con un tejido "petrificado" gracias a los mejunjes químicos del príncipe, pero los análisis han confirmado que el Cristo velado es una escultura de mármol, un prodigio de virtuoso sin "trucos". Por último, entre todas estas estatuas tan elaboradas, te sorprenderá la sencillez de la tumba del príncipe Raimondo, ubicada en el pasaje que conduce a la sacristía.

 

CURIOSIDAD: en dos hornacinas de la cripta, decorada con un suelo en forma de laberinto, puedes ver dos macabras "máquinas anatómicas": un hombre y una mujer sin músculos y disecados, para resaltar el sistema circulatorio.

Se trata de una paciente reconstrucción anatómica realizada con hierro, cera y restos humanos reales.

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