CATEDRAL, Exterior

La Catedral es uno de los lugares más extraordinarios de Turín.

Como ves, el edificio tiene un revestimiento renacentista, ya que ha mantenido casi íntegramente el aspecto que tenía cuando fue construido a finales del siglo XV. Pero piensa que sobre el terreno donde está construido se erigían antes hasta tres antiquísimas iglesias cristianas. De hecho, fue el cardenal Domenico della Rovere quien decidió demoler el antiguo complejo para crear una nueva iglesia más monumental, una auténtica Catedral para la ciudad.

Se involucró tanto para que siguiera la construcción que enviaba a Turín grandes cajas llenas de plata incluso desde Roma, adonde había tenido que ir para el cónclave y donde más tarde se estableció tras el nombramiento del papa Inocencio VII.

Envió también a Turín el proyecto del edificio que se había hecho construir por un arquitecto florentino muy conocido en la Ciudad Eterna.

Admira la fachada de la Catedral y su reluciente mármol blanco, que resalta su gran belleza. Como ocurre siempre en la arquitectura renacentista, la estructura interna se corresponde con la externa. Cuando la fachada se divide en tres partes, dos más estrechas y una más ancha, puedes estar seguro de que la iglesia tiene tres naves, la central más amplia que las laterales.

Observa también el elegante tímpano triangular de la parte superior de la fachada y la decoración con curvas, que tiene la función de suavizar la forma cuadrada del conjunto y ocultar los techos inclinados.

Los cambios más significativos en la estructura de la Catedral han sido dos: en el siglo XVII parte del coro fue demolida para construir la capilla, diseñada por Guarino Guarini, en la que se custodia la Sábana Santa, y a comienzos del XVIII el famoso arquitecto Filippo Juvarra incrementó la altura de la torre campanario de ladrillos rojos.

Te sugiero que visites también el Museo Diocesano de Arte Sacro que se encuentra en la basílica subterránea, afectada hace veinte años por un incendio y ahora totalmente restaurada.

CURIOSIDAD: en el muro de la parte posterior de la Catedral puedes ver representados los 12 signos del zodiaco. Si te preguntas por qué están dispuestos de manera desordenada, mira el mástil que está clavado en la pared. Como un reloj de sol, proyecta su sombra siempre sobre el signo zodiacal correcto.