Estás ahora en el Estatuario, donde puedes admirar las esculturas más importantes y de mayores dimensiones que alberga el museo. El recorrido ha sido organizado por el célebre escenógrafo Dante Ferretti casi como si fuese una escena de una película, e incluso ha sido bautizado con un título muy cinematográfico: Reflejos de piedra.
Además de esfinges, sarcófagos, inscripciones y elementos arquitectónicos, aquí puedes ver en todo su esplendor las nobles estatuas monumentales de los principales faraones y las deidades egipcias, así como esculturas de príncipes y funcionarios reales que parecen recibirte desde cada lado de la sala.
Las cuatro estatuas más importantes representan a cuatro faraones de los que te hago una pequeña reseña histórica: el primero es Tutmosis II, que perteneció a la XVIII dinastía, que floreció entre el 1500 y el 1300 a.C. El faraón se casó muy joven con su hermanastra para fortalecer su derecho al trono. El hecho de que su esposa fuera hija del faraón y de la reina de Egipto le hacía tener aún más autoridad ante los ojos de sus súbditos y fortalecía su prestigio real. Después de la muerte de su marido, su esposa asumió personalmente el papel de faraón y se convirtió en la segunda mujer de la historia en ostentar este importante título.
Amenofis II también perteneció a la XVIII dinastía. Probablemente reinó junto a su padre, Tutmosis III. Fue un gran conquistador, como te revela uno de sus nombres reales, que significa "Quien somete con su fuerza a todas las naciones".
Por su parte, Tutankamón es probablemente el soberano egipcio más célebre de la XVIII dinastía, y es conocido también como el "faraón niño", porque subió al trono a la edad de nueve años. Su fama está vinculada naturalmente a su riquísimo tesoro funerario, que todavía hoy puedes admirar, íntegramente conservado, en el Museo de El Cairo.
Ramsés II perteneció a la XIX dinastía: hizo construir numerosos monumentos y se le representa a menudo como comandante victorioso, aunque aquí lo veas con un aire pacífico y sonriente. Esta estatua es una obra maestra absoluta del Imperio Nuevo, está en perfectas condiciones de conservación y es una de las piezas más valiosas del museo.
CURIOSIDAD: las esfinges eran figuras de la mitología egipcia con cuerpo de perro o león y cabeza humana: las estatuas de las esfinges siempre se erigían cerca de las pirámides como símbolo de protección, para desear al faraón una vida serena en el más allá.