ISLA DE LOS MUSEOS

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La Isla de los Museos, Museumsinsel por su nombre en alemán, alberga nada más y nada menos que cinco museos.

Te encuentras en la isla sobre el río Esprea. Aquí, a finales del siglo XII, se asentaron los primeros habitantes de Cölln, una de las dos ciudades que más tarde conformarían Berlín. Ahora, la isla es un verdadero tesoro de obras maestras: alberga cinco museos que suman un total de 200 salas, con obras de arte que abarcan más de 4.000 años de producción artística.

 

El primer museo de la isla fue el Museo Antiguo (Altes Museum), finalizado en 1830 y obra del arquitecto Karl Friedrich Schinkel. Se encuentra en el parque Lustgarten, al lado de la catedral de la ciudad. Federico Guillermo IV de Prusia quiso construir alrededor de este primer núcleo un verdadero «refugio para las artes y las ciencias». August Friedrich Stüler, un alumno de Schinkel que se convirtió en un arquitecto de renombre, se encargó del proyecto.

 

Así, se construyeron el Museo Nuevo (Neues Museum), y la Antigua Galería Nacional (Alte Nationalgalerie). El primero se edificó justo detrás del Museo Antiguo, mientras que el segundo se construyó en frente. En el siglo XX se añadieron el Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum) y el Museo Bode (Bode-Museum), que cierra al norte el perímetro de la isla.

 

De esta forma, la Isla de los Museos se presenta como un gran polo artístico, digno competidor de otros museos famosos, como el Louvre de París o el Hermitage de San Petersburgo, entre otros. Como podrás ver, las colecciones que custodian estos museos son de lo más variadas y pertenecen a épocas distintas.

 

El Museo Antiguo custodia obras clásicas etruscas, griegas y romanas; el Museo Nuevo continúa el recorrido con el arte egipcio y objetos prehistóricos. Las grandes obras de la Antigüedad también son el eje principal del Museo de Pérgamo.

En cambio, el protagonista de la Antigua Galería Nacional es el arte europeo del siglo XIX, mientras que el Museo Bode, situado en el extremo septentrional de la isla bañada por el Esprea, alberga una rica colección de esculturas medievales y renacentistas.

 

Curiosidad: antes de la Segunda Guerra Mundial, los museos estaban comunicados por galerías secretas, que quedaron destruidas por los bombardeos. Actualmente están en proceso de restauración y, en un futuro, se podrán visitar y se convertirán en el sexto museo de la isla.

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