La visita a El Escorial puede durar hasta un día entero, si quieres ver todas las estancias históricas, los aposentos, los edificios sagrados y los valiosos museos; pero si tienes poco tiempo, puedes limitarte a la iglesia y a las zonas circundantes.
Para visitar el interior, sígueme por el lado izquierdo del edificio. Tu itinerario comienza con la larga Galería de las batallas, con frescos de pintores italianos con motivos ornamentales de estilo antiguo y dos batallas victoriosas representadas a lo largo de las paredes.
Desde aquí pasas al Palacio de Verano, sede de magníficos museos. En la primera planta puedes ver el Museo de Pintura que es una pinacoteca de gran calidad, con pinturas religiosas de las escuelas veneciana (Tiziano, Veronés y Tintoretto), flamenca (con los grandes maestros desde el siglo XV hasta Rubens y Van Dyck) y por supuesto española, con Ribera, Alonso Cano y Zurbarán.
Luego bajas al Museo de Arquitectura, donde encontrarás proyectos y documentos sobre la historia de este lugar, y en el que puedo mostrarte la pintura más importante y controvertida de todo El Escorial.
Ahora haz una pausa y ve al Martirio de San Mauricio de El Greco.
Esta obra maestra de El Greco fue pintada por orden del rey Felipe II. Con esta gran composición de cuatro metros y medio por tres el artista de origen cretense, que había estudiado en Italia y hacía poco que se había trasladado a España, esperaba convertirse en el pintor de la corte, o al menos entrar en el círculo de los proveedores del rey. Sin embargo, Felipe II rechazó la obra, molesto por los colores fosforescentes y por el mágico dramatismo de la concurrida escena.
Para entender el gusto austero de Felipe II, tienes que ir al cercano Palacio para visitar los aposentos de la familia real. Las salas más interesantes son las de recepción, decoradas con vistas de los palacios imperiales, cartas geográficas del inmenso imperio de los Habsburgo y pinturas de batallas. El último aposento, en la segunda planta, es el que ocupó Felipe II hasta su muerte. Como notarás enseguida, la tercera planta, decorada en el siglo XVIII por los Borbones, es mucho más rica en decoraciones, muebles y comodidades.
CURIOSIDAD: Felipe II murió en El Escorial en 1598 con sólo 61 años: era tan religioso que había hecho colocar estratégicamente su cama para poder asistir hasta el último día a los servicios celebrados en la iglesia.