El recorrido de tu visita comienza desde la segunda planta, donde verás desfilar obras dispuestas en orden cronológico que van desde el siglo XIII al XVIII. Entre tantas obras maestras me limitaré a señalarte sólo las más importantes, en el orden en el que aparecen en el recorrido. En la primera parte verás fundamentalmente pintores italianos, pero a medida que avances aumenta la presencia de maestros flamencos, alemanes y también españoles.
Casi al comienzo, no te pierdas la exquisita pintura de Duccio di Buoninsegna, elegante pintor toscano de principios del siglo XIV: su tabla Cristo y la samaritana formaba parte del gran complejo pictórico de la "Maestà", en el altar mayor de la Catedral de Siena. Magnífica y bellísima es la obra en la que Jan van Eyck, fundador de la escuela flamenca del siglo XV, representó la Anunciación: el ángel y la Virgen María se presentan en tonos grises, como si fueran falsas estatuas.
En la primera parte encontrarás muchos retratos, que te permiten hacer una comparación entre las diferentes escuelas. Casi un símbolo del museo es la exquisita Giovanna Tornabuoni, una de las damas más fascinantes de Florencia, pintada a finales del siglo XV por Domenico Ghirlandaio. De acuerdo con las reglas del retrato aristocrático, la muchacha se presenta de perfil: observa cómo se representan magistralmente las preciosas telas de su ropa y el brillo de las numerosas joyas. Al mismo periodo corresponde el Joven caballero, retrato de cuerpo entero del veneciano Vittore Carpaccio, en un paisaje lleno de símbolos, incluido un armiño. Inconfundible es también el rostro del rey de Inglaterra Enrique VIII, retratado con nítida precisión por su pintor de cámara, el alemán Hans Holbein. A propósito de pintores alemanes: en el museo Thyssen puedes admirar también una obra maestra de Alberto Durero, Jesús entre los doctores, que fue pintado en Italia, tal vez bajo la influencia de los expresivos rostros de Leonardo da Vinci. Dentro del grupo de los pintores del Renacimiento alemán te recomiendo encarecidamente las obras de Lucas Cranach y Albrecht Altdorfer.
Pero la pintura internacional del siglo XVI también está perfectamente representada, con Tiziano y El Greco: de este último te recomiendo una intensa Anunciación, con figuras muy alargadas y colores fluorescentes.
CURIOSIDAD: el gran lienzo mitológico de Giambattista Tiepolo que no puedes haber pasado por alto durante tu recorrido representa de manera fantasiosa la muerte de Jacinto, el bello joven golpeado accidentalmente por un disco durante una competición atlética. Aunque el pintor veneciano sustituyó al equipamiento deportivo: cerca de Jacinto puedes reconocer, extraño pero cierto, ¡una raqueta de tenis!