Aunque la pinacoteca de Brera es sobre todo una colección de arte antiguo, también hay una valiosa sección dedicada al siglo XX. Si eres un apasionado del arte moderno, podrás admirar una serie de excelentes pinturas y esculturas en su mayoría italianas, aunque no faltan tampoco grandes nombres internacionales como Picasso, Braque y Giacometti.
La sala más interesante es la dedicada al futurismo, donde deberías estar ahora, delante de Tumulto en la Galería, del gran pintor calabrés Umberto Boccioni. Debes saber que el futurismo se desarrolló precisamente aquí, en Milán, a principios del siglo XX, en un principio sólo como movimiento literario, aunque luego se extendió al arte figurativo, sobre todo gracias a Boccioni. El futurismo renegaba de los museos y la tradición del pasado, y proponía una inusual combinación de estados de ánimo, objetos y figuras, destacando el progreso, la técnica, las máquinas y la velocidad.
El cuadro representa a dos mujeres que se pelean a la salida de un café, creando a su alrededor un remolino de curiosos. En esta pintura, la misma burguesía que se escandalizaba por los provocadores espectáculos teatrales puestos en escena por los futuristas, es a su vez puesta en ridículo. El pintor casi parece asistir a la escena con divertido desapego, subrayado por el punto de vista desde arriba hacia abajo, como si las estuviera viendo desde una ventana de un primer piso.
Separado por pocos años de las tranquilas vistas urbanas o campestres de finales del siglo XIX italiano y francés, Boccioni propone una escena polémica ambientada en la Galería Vittorio Emanuele, iluminada por la luz eléctrica. La libertad respecto a los esquemas tradicionales de la pintura se expresa por una pincelada a base de trazos rápidos y seguros, y con colores deslumbrantes, como en un caleidoscopio.
CURIOSIDAD: si el nombre de Boccioni no te resulta familiar, mira en tu bolsillo o en el bolso, ¡porque podrías tener una obra suya! De hecho, en algunas monedas de 20 céntimos de euro se representa una célebre escultura suya, titulada Formas únicas de continuidad en el espacio. La estatua se encuentra aquí en Milán, pero no en Brera, sino en el Museo del Novecento de la plaza de la Catedral.