Audio Guide length: 2.36
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español

Debes saber que la Dársena es ¡uno de los lugares más curiosos de Milán!

 

Al no tener un gran río navegable, a través de los siglos, Milán se ha rodeado de una red de canales e instalaciones hidráulicas, aprovechando los cursos de los ríos Lambro y Olona, y desviando el curso de ríos más grandes, como el Tesino, para hacer que atraviesen kilómetros y kilómetros de campiñas. Piensa que incluso el gran Leonardo da Vinci quedó admirado y estupefacto por el ingenio con el que en Lombardía se explotaba el sistema de canales, y él mismo contribuyó en gran medida planificando mejoras y ampliaciones.

En 2015, la ordenación de la Dársena, en la zona de Porta Ticinese, ha relanzado, al menos parcialmente, la imagen de "ciudad de las aguas", que en su momento discurrían al aire libre, pero que posteriormente quedaron ocultas por los recientes desarrollos urbanísticos. Si quieres hacerte una idea de cómo era el Milán de antaño, ve a echar un vistazo a los trabajos que se han realizado alrededor de la Dársena, y piensa que incluso se han creado comités que piden la reapertura, al menos parcial, de tramos de los canales del interior de la ciudad.

 

La Dársena era el principal punto de atraque del centro de la ciudad, un auténtico puerto para la descarga y clasificación de las mercancías, justo en el punto donde convergían los dos canales más importantes: el Naviglio Grande, de 50 kilómetros de largo, y el Naviglio Pavese, de 33 kilómetros de largo. Las verdes orillas de la Dársena y el primer tramo de los dos canales han conservado un sabor popular, e incluso te recomiendo que des un agradable paseo y que hagas un recorrido por los locales de la zona, con numerosos bares y restaurantes.

Entre los rincones más románticos del primer tramo del Naviglio Grande, no te pierdas el rústico vicolo dei Lavandai, con sus viejos cobertizos de madera; más adelante, continuando por el mismo lado, puedes visitar la bella iglesia gótica de San Cristóbal sul Naviglio, con sus ladrillos rojos que se reflejan en el agua.

 

CURIOSIDAD: si por casualidad te encuentras en Milán el último domingo de enero, justo aquí en la Dársena puedes presenciar una carrera absolutamente insólita, llamada el "cimento invernale". Se trata de una competición de natación, en la que los atletas deben lanzarse al agua helada y competir durante los 150 metros del recorrido.

 

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